La restauración siempre ha constituido un sector fundamental en la economía de nuestro país. Y es que, ¿en dónde se come mejor que aquí? Nuestros visitantes extranjeros también conocen este dato de buena mano.
Al tratarse de un sector en el que entra en juego la alimentación al público, y por tanto, el bienestar, la salud y la seguridad de los comensales, podemos predecir que se tratará de unos de los más castigados por la crisis de COVID-19.
El tiempo que los locales han estado cerrados durante el Estado de Alarma, junto con las nuevas medidas de restricción y espacios que se están imponiendo a los restaurantes y bares de regiones que van pasando de fase, debilitarán este imprescindible sector.
¿Cómo se transformará la hostelería para seguir ofreciendo un servicio y un producto de gran calidad, en un entorno seguro? Veamos algunas ideas:
- Mayor exigencia de los clientes.
Los comensales presentarán una sensibilidad ampliada hacia la seguridad alimentaria, sensibilidad que antes de la pandemia era simple confianza. La clientela será más exigente y agradecerá ver muestras de que los locales que visitan toman medidas de seguridad.
- Nuevas necesidades.
Los clientes de bares y restaurantes, durante la situación vivida y también tras ella, tendrán nuevas necesidades que respondan a sentirse seguros. Por ello, esperan que dichos locales les proporcionen todos los recursos y facilidades que satisfagan sus necesidades, deseos y costumbres adquiridas durante la pandemia.
- Distancia de seguridad.
Pronosticamos sin miedo a equivocarnos que la distancia de seguridad en los locales cerrados de todo tipo ha venido para quedarse mucho tiempo con nosotros. Los restaurantes y bares, en concreto, tendrán que adaptar sus espacios para garantizar que se cumpla y tranquilizar así a los clientes. Incluso hay innovadores restaurantes que se están planteando incluir mamparas y otros tipos de protección y formas de aislamiento físico al comensal.
- La importancia del delivery.
Si bien es imposible que todos los negocios de restauración incorporen un modelo delivery, sí es muy aconsejable que lo tengan en cuenta aquellos que sí pueden llevarlo a cabo. El cliente de restaurantes echa de menos la experiencia gastronómica, social e integral que implica acudir a un restaurante para comer, no obstante, hay que ponérselo fácil al que desea disfrutar de la comida en su casa o en el lugar que elija.
- No renunciar a la esencia del negocio.
Los clientes que amaban vuestro restaurante van a agradecer seguir encontrando en él los elementos y experiencias que tanto valoraban; por otro lado, los nuevos clientes se engancharán por esos elementos únicos y la personalidad del local.
¡No, la restauración no decaerá, volverá más fuerte que nunca! Y tú, ¿qué cambios o medidas concretas incorporarás en tu local?